jueves, 1 de marzo de 2012

Acampada accidentada

Esta leyenda es muy típico que se cuente en acampadas, sobre todo si el grupo esta formado por parejitas.

Dos adolescentes de una determinada comunidad autónoma cuyo nombre no viene al caso, estaban sumamente enamorados. El problema era que habitaban en un pueblo muy pequeño donde las habladurías podían ser fatales para su relación, ya que sus respectivos progenitores ignoraban el afecto que los unía. Lo antes comentado les obligaba a quedar a escondidas y a organizar acampadas en los alrededores del pueblo con la excusa de que cada uno se iba con sus respectivos amigos. Por ello habitualmente plantaban su tienda de campaña en un bosque cercano y allí daban rienda suelta a su pasión. De improviso, cuando más atareados estaban, aparecieron dos Guardias Civiles que, mosqueados por la situación, hicieron salir al muchacho de la tienda para pedirle la documentación. Como eran menores de edad se veían en la obligación de avisar a sus padres a no ser que les dieran unas alegrías en las ingles a los dos guardias. En ese momento la joven comprendió la situación e hizo pasar al interior al primero de los agentes para resolver su pequeño problemilla. Al rato entró el segundo guardia, y entonces ocurrió lo inesperado, según irrumpía el agente en la tienda de campaña se escuchó un grito y después algo así como:

-¡¡¡¡MARIA!!!

-Dime papá....

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